Un elemento muy importante de nuestro éxito o fracaso en alcanzar la distancia adecuada en nuestros lances y en llevar nuestras capturas a la sacadera sin roturas inesperadas pasa por nuestra línea. Una línea mal bobinada en nuestro carrete puede ocasionar que partamos en nuestros lances con regularidad y una torsión excesiva de la línea que disminuya su resistencia a la rotura y al nudo. Para que esto no suceda pasamos a explicar el proceso de un bobinado correcto.
En primer lugar, es muy importante sumergir la bobina de hilo que vamos a introducir en el carrete en un cubo de agua durante al menos unas horas antes del bobinado. Esto es realmente importante ya que la bobina absorberá poco a poco el agua y facilitará después el bobinado del hilo en el carrete de una forma mucho más suave, con menos fricción y reduciendo los posibles bucles.
Una vez pasado el tiempo de inmersión, pasamos a coger nuestro primer tramo de la caña y con la bobina dentro del cubo de agua con la etiqueta de la marca mirando hacia arriba, pasamos el hilo por la primera anilla de tal forma que no quede ningún bucle ni rizo en nuestra línea. Hacemos un nudo para atar nuestra línea al carrete con el pick-up abierto y empezamos a bobinar el hilo suavemente haciendo un poco de tensión con nuestros dedos pero sin pasarnos, de tal manera que el hilo vaya quedando ligeramente prieto en nuestro carrete.
Una vez finalizado el bobinado, es muy importante que cuando vayamos a estrenar la línea en la orilla vayamos haciendo lances progresivos en distancia, ya que un lance fuerte con un bucle inesperado en la línea puede ocasionar un desastre en forma de marañas imposibles.
